Mientras que planeábamos nuestro viaje a Puerto Madryn descubrimos un pequeño pueblo a 80 kilómetros de la ciudad, donde se dice que sirven unas de las mejores meriendas de la Patagonia. No mentían. Además de sus sabores, Gaiman guarda una historia maravillosa sobre sus primeros pobladores. 

La ventaja de haber viajado en auto fue la movilidad que tuvimos en todo momento. Si bien hay empresas de turismo que realizan el tramo, hacerlo en un vehículo particular requiere de gastos mucho menores. 

Dejamos Madryn en el retrovisor cerca del mediodía. La primer parte del viaje fue por la Ruta N°3, misma que utilizamos para llegar desde Buenos Aires, e hicimos una breve parada en Trelew para comer unas pizzas. 

Con la panza llena volvimos al auto para tomar la Ruta Provincial N°25 hasta el centro de Gaiman. El lugar te envuelve con su magia desde el primer minuto. Cómo llegamos a las 15, aún no era la hora de merendar y aprovechamos el tiempo para recorrer a pie. 

Si bien es un pueblo pequeño, tiene diferentes plazas por recorrer e históricas casas para admirar. Quienes tengan más tiempo, recomiendo visitar el Parque Paleontológico, que guarda importantes registros patagónicos, y el Camino de los Galeses, inaugurado en 2013 y con 20 kilómetros de extensión. 

Un té especial

Entre Gaiman y Gales hay 12.139 km pero las meriendas tradicionales son prácticamente similares en ambos lugares. Las seis casas de té cubren todas las expectativas de los turistas nacionales e internacionales con sus sabores, que simplemente conquistan el paladar.

Además de estar completamente decorados, cada lugar te recibe con amplias mesas. Entre los platos más famosos se encuentran la torta de nuez, la tarta de crema, scones, tartas de frutas, chocolate y la gran torta galesa.

Mucha gente de Gales queda sorprendida con esta última, dado que en su país no se encuentra. Es una receta que los inmigrantes elaboraron únicamente en la Patagonia. 

Las más famosas

Los seis lugares para merendar mantienen una excelente calidad en sus productos, pero hay dos que dejaron su huella en la historia por diferentes acontecimientos. 

Plas y Coed ostenta el título de ser la más antigua de Gaiman. Inaugurada en 1944, dentro de una construcción que data de 1887, fue la primera en vender té Gales en toda la Patagonia. 

La segunda más famosa es Ty Te Caerdydd. Ganó reconocimiento internacional con la visita de la princesa de Gales Lady Di, que tuvo lugar el 25 de noviembre de 1995. Había llegado a la Argentina tres días antes y solicitó conocer la primera colonia galesa en nuestras tierras. 

155 años de historia

A mediados de 1865 un grupo de galeses que cruzó el Océano Atlántico en un barco bautizado “Mimosa”, desembarcó en las costas de Puerto Madryn. Con el correr de los años se extendieron hasta la Cordillera de Los Andes y toda su esencia aún permanece Gaiman. 

David Roberts, uno de los primeros en llegar, pasó a la historia del pueblo nueve años más tarde cuando construyó la primera casa, que se mantiene en pie y se puede visitar. 

A comienzos del siglo XX llegó el tren. Perteneciente al Ferrocarril Central de Chubut, el primero de toda la Patagonia Argentina, generó una fuente de trabajo amplia en todo el pueblo.

La obra más destacada fue el Túnel de Gaiman que se construyó en 1914. Los obreros no utilizaron maquinarias para romper la dura piedra, sino que avanzaron 100 metros a pico y pala. 

Galeses para siempre

El turismo es uno de los mayores ingresos que Gaiman tiene en la actualidad, pero no por eso abandonan sus tradiciones. Si bien la mayor parte de sus habitantes hablan el castellano, es muy común que entre ellos dialoguen en galés.