Tercer día y el cuerpo ya estaba cansado por tantas caminatas. Sin embargo, la jornada inició con un clima espectacular que ameritaba un extenso paseo a pie por el centro histórico de Londres.
La cena de la noche anterior fue espectacular, pero aún quedaba mucho por vivir en esta breve visita. Mediante fotos logramos reconocer muchos lugares emblemáticos y eso nos motivó a organizarnos un trekking para intentar conocerlos a todos.
Los pies no dejaron de caminar en todo el día. La única diferencia fue que el paseo de la mañana lo realizamos en solitario y en el de la tarde accedimos a un recorrido guiado “a la gorra” y en Español.
Paso a paso
Salimos temprano del hotel y, con ayuda del Google Maps, iniciamos la primera caminata del día rumbo al histórico barrio de Westminster.
Cruzamos Westminster Bridge, dimos un nuevo vistazo al Big Ben que todavía seguía tapado por obras de mantenimiento, descansamos en el Parliament Square Garden donde hay una estatua en homenaje a Winston Churchill y luego nos trasladamos hasta el St. James’s Park.
Esta primera no requirió un gran desplazamiento porque todo lo mencionado se encuentra cerca. Sin embargo, hay que dedicarle su tiempo a cada espacio porque guardan mucha historia, digna de conocer.
James’s Park es inmenso. Un verdadero pulmón de naturaleza en medio de Londres con hermosos árboles y hasta un importante lago. El sitio ideal para relajarse y recuperar la energía tras una intensa caminata.
Como si esto fuera poco, pegado tiene otros dos espacios verdes: Green Park y el Buckingham Palace Garden. Además de por su belleza, los tres son de gran importancia porque abrazan al Palacio de Buckingham.
Una vuelta por la casa de la Reina
El hermoso e histórico edificio es la residencia del monarca británico, que hasta este momento continúa siendo la Reina Isabel II. Con 317 años en pie y 77 mil metros cuadrados, es sin lugar a dudas una construcción muy llamativa.
Muchas actividades turísticas se pueden realizar en su entorno. La más destacada es una visita guiada pero nosotros no la tuvimos en cuenta porque queríamos seguir el paseo hacia otros lugares. ¡Ojo! Esto no quiere decir que no la recomendamos. Es un paseo único que, de poder y querer realizarlo, siempre es una gran opción.
Parados frente al palacio logramos presenciar un pequeño y clásico desfile de carruajes que realiza la guardia real alrededor del Victoria Memorial: otro icono londinense construido en homenaje a la Reina Victoria, quien ocupó su cargo entre 1837 y 1901.
Entre historia y lujos
Tras disfrutar el breve suceso cultural, avanzamos por la Avenida Constitution Hill que separa al Buckingham Palace Garden del Green Park.
En menos de 15 minutos la atravesamos, conocimos el Royal Artillery Memorial e ingresamos a otra importante y muy lujosa avenida: Knightsbridge.
Si bien en el centro de Londres hay muchas, esta nos llamó la atención porque mezcla la actualidad con el pasado.
Desde la vereda se puede apreciar como las antiguas construcciones fueron combinadas con tiendas prestigiosas, donde uno puede adquirir las últimas prendas y accesorios del mercado. Eso si estás dispuesto/a a pagar las miles de libras que cuestan.
Knightsbridge también es muy conocida por su cercanía a Hyde Park: un parque real como los ya mencionados pero con un tamaño muy superior, dado que cubre una superficie de 142 hectáreas. Belleza total.
Nuestro paseo terminó con una breve visita al Harrods, reconocido como uno de los centros comerciales más importantes de Londres. Esta primera aproximación sirvió para motivarnos a regresar, pero sobre eso hablaremos más adelante…
Almuerzo en el hotel
Tras 4 kilómetros de emocionantes caminatas, decidimos regresar al hotel para hacer uso de la famosa cocina y preparar algo de comer.
Nuestro apuro se debía a que para esa misma tarde habíamos pautado un encuentro interesante que nos permitiría conocer aún más la ciudad y no queríamos llegar tarde.
Aumentan las experiencias sobre rieles
En casi todas las notas de Londres habrán notado que mencionamos su sistema de metro cuando iniciamos a narrar nuestras experiencias. La realidad es que fue así. Utilizamos mucho este medio de transporte, sobre el cual ya dimos detalles, y el tercer día no fue la excepción.
Salimos Marlin Waterloo y en cuestión de segundos bajamos por un ascensor para visitar la estación Lambeth North. En este caso, el recorrido nos llevó hasta la estación Mansion House, del otro lado del Río Támesis.
Una vez que estuvimos a nivel de calle, avanzamos hasta la histórica Catedral de San Pablo de Londres y al llegar nos estaba esperando nuestra guía, quien nos invitó a otro paseo por la ciudad.
Recorrido “a la gorra” y en Español
El Internet es una herramienta fundamental a la hora de emprender un viaje. Además de las reservas, es la herramienta ideal para indagar sobre la cultura local y así fue como de casualidad encontramos una publicación donde una joven anunciaba el paseo.
La hora nos convenía y las distancias a cubrir no eran tan grandes, por eso era una opción perfecta.
Claro que no fue algo privado. Además de nosotros, la chica compartió sus conocimientos con otros 18 turistas, oriundos de España en su mayoría. Nosotros éramos los únicos argentinos.
Para quienes no dominan muy bien el Inglés y se manejan con el Español, es una gran oportunidad. Ella sabía mucho, siempre supo a dónde llevarnos y como trabaja “a la gorra” no exige ninguna remuneración al final del paseo.
Sin embargo, todos son invitados a dejarle una propina por su excelente desempeño. Obvio que nosotros hicimos nuestro aporte porque nos sentimos cómodos, aprendimos mucho y, en simples palabras, valoramos su enorme trabajo.
¿A dónde fuimos?
Ya mencionamos cómo fue la organización y el desenlace del recorrido, pero aún nos queda contarte sobre los lugares que descubrimos a pie. Si no te cansaste de leer… Continuamos en el siguiente párrafo.
Todo comenzó en la Catedral de San Pablo de Londres, la cual supimos apreciar por fuera dado que el paseo no incluye la entrada. (Recomendamos sin lugar a dudas el ingreso).
Desde este punto avanzamos hacia el Millennium Bridge. Como muchos otros, cruza el Río Támesis y se destaca por su moderno diseño. Tal cual lo anuncia con su nombre, fue inaugurado para el último cambio de siglo (precisamente el 10 de junio del 2000) y es de uso peatonal.
Al descender nos topamos con el Shakespeare ‘s Globe: un espectacular teatro que abrió sus puertas en 1997 y es una réplica muy aproximada al famoso Globe Theatre, construido en 1599, destruido por el fuego en 1613, reconstruido en 1614 y demolido en 1644.
¿Y por qué ese nombre? William Shakespeare lo menciona en sus obras, por lo tanto, también se lo homenajea.
Un mercado bajo las vías del tren
Tras leer este subtítulo pensarás que Borough Market es un pequeño comercio ferroviario, pero es todo lo contrario ya que sus instalaciones son enormes, super modernas y está emplazado en un sitio estratégico de Londres.
Lejos de comprar algo, destinamos toda nuestra atención a conocer su historia, observar el movimiento de los trabajadores y también descifrar algunas costumbres del londinense.
Ya adentrados por completo en el municipio de Southwark, visitamos un barrio muy frecuentado por las productoras cinematográficas y descubrimos una antigua catedral de nombre homónimo al barrio.
Cayó la tarde sobre Londres
Casi sin darnos cuenta, el sol comenzó a ocultarse. Para ese momento ya estábamos conociendo la Boots Hays Galleria: un lugar muy pintoresco, rodeado por negocios y con una estructura muy original que pueden apreciar en las fotos de esta nota.
Fue acá donde nos despedimos de nuestra increíble guía y continuamos por cuenta propia para seguir zigzagueando las calles londinenses.
De esta manera, encontramos un sendero peatonal que bordea el Río Támesis, conocimos el moderno Ayuntamiento de Londres y disfrutamos las últimas horas de luz solar frente al imponente Tower Bridge. En este último lugar fueron solo fotos, pero ya volveríamos para conocerlo en detalle…
Paseo ferroviario a los pies del edificio más alto de Reino Unido
Los últimos momentos del día también los aprovechamos para caminar, dado que aún nos faltaba regresar al hotel.
Cuando iniciamos el regreso, recordamos que algunas horas antes habíamos pasado por la estación de tren London Bridge y sinceramente quedamos sorprendidos por su tamaño. En esta segunda ocasión, no solo la disfrutamos por fuera, sino que ingresamos.
Si bien es un lugar de paso, guarda una historia increíble y visitarla es muy recomendado para los turistas. Además de observar el movimiento habitual del londinense, también se puede conocer algunos datos interesantes.
London Bridge es una de las estaciones de ferrocarril más antiguas del mundo ya que se inauguró el 14 de diciembre de 1836 y, con sus 183 años, se destaca por ser la primera en situarse en el interior de Londres.
Con más de 55 millones de pasajeros al año, se posiciona entre las más destacadas de la ciudad. Un sitio muy concurrido, emplazado en uno de los barrios más longevos de Londres y con una historia apasionante.
Sus instalaciones están pegadas a “The Shard”: moderno rascacielo de 306 metros de altura, famoso por ser el más alto de todo Reino Unido y el séptimo de Europa.
A dormir
Nuestro extenso trekking de un día por el centro de Londres había terminado en ese momento. Desde la estación férrea, nos metimos bajo tierra en la London Bridge Underground Station para tomar el metro hasta Lambeth North y desde ahí caminar 50 metros hasta el hotel.
Hicimos uso una vez más de la cocina para armar la cena y luego nos fuimos a dormir. Nuestro viaje por Londres ya había llegado a la mitad, por lo tanto, había que estar lúcidos si queríamos disfrutar los días restantes.