Si sos fanático de las playas muy grandes y con médanos increíbles, rodeados por aguas cálidas que se unen al sol durante cada atardecer, Claromecó es el lugar que estás buscando. 

Ubicado a 567 kilómetros de Buenos Aires, es uno de los balnearios más tranquilos para disfrutar unas buenas vacaciones en pleno verano. La localidad pertenece al partido de Tres Arroyos y está pegada a Reta y Oriente, otros dos pueblos costeros que colapsan de naturaleza. 

Yo tuve la oportunidad de visitarlo en cuatro ocasiones y volvería sin dudarlo. Además de ofrecer todas las comodidades para cada viajero, tiene más de 100 kilómetros de playas amplias para relajarse y explorarlas. 

La opción más elegida para llegar a Claromecó es por la Ruta Nacional 3, tanto para los visitantes que viajan desde el sur como para los que inician el recorrido desde Buenos Aires. 

En ambos casos el camino conduce a la preciosa ciudad de Tres Arroyos, que vale la pena caminarla si estás con tiempo. Desde este punto hay que tomar la Ruta 288 y a los 15 kilómetros girar en su intersección con la Ruta 73 que desemboca en el centro del balneario.

Una vuelta por Dunamar

Separada de Claromecó por el hermoso arroyo que lleva el nombre del lugar, se encuentra Dunamar. A diferencia del centro, es una zona residencial más lujosa y donde está permitido el acceso a las playas con vehículos de todo tipo. 

El arroyo tiene una profundidad importante y se lo puede cruzar por el puente vehícular o por el peatonal. Sin embargo, el terreno se hace playo cuanto más nos acercamos a la costa. En su unión con el mar, se lo puede atravesar a pie. 

Tal cual lo describe con su nombre, es una zona con múltiples dunas que alcanzan hasta los 30 metros de altura. Si tienen una buena condición física pueden animarse a recorrerlas, pero siempre con precaución dado que es una zona muy frecuentada por los amantes de los cuatriciclos. 

Gracias a la belleza del paisaje, desde todos los alojamientos se tiene una linda vista. Pero si quieren dormir a 2 metros de la playa les recomiendo la Cabaña Los Miradores. Lugar ideal para ir en familia por la cantidad de camas disponibles y la mejor opción para disfrutar el mar las 24 horas del día. 

El faro más alto de Argentina

El Faro de Claromecó es uno de los lugares más visitados del balneario. Con sus increíbles 54 metros lleva el título de ser el más alto del país y está entre los de mayor altura de Sudamérica. 

Fue inaugurado el 20 de octubre de 1922 y su lámpara, que tiene un alcance de 48 kilómetros, es de mucha utilidad para evitar que los barcos choquen con los bancos de arena mientras se aproximan a la costa.

Además de tener la posibilidad de subir los 278 escalones hacia el punto más alto, el faro también permite conocer un poco de historia. En el interior de su base expone el esqueleto de una ballena que se varó hace tres décadas. 

Hasta la fecha en que lo visité estaba permitido recorrer una pasarela exterior que rodea el lugar donde está la lámpara. Mi recomendación es que no accedan a este lugar con niños, porque a esa altura las ráfagas son fuertes. 

Una estancia que abrió sus puertas al público

Las primeras familias en llegar a Claromecó construyeron grandes estancias para veranear y por mucho tiempo fueron los únicos dueños de todas las tierras. 

Debido al interés que demostraron los primeros turistas, el grupo de propietarios se reunió con el Gobierno de la Provincia para crear un balneario público, que se fundó el 9 de noviembre de 1920.

La zona es reconocida entre los pescadores debido a la gran variedad. Pescadilla, gatuzo, borriqueta, pejerrey, chucho, raya, corvina, pez palo, lenguado, salmón, cazón, sargo y mero; son algunos de los ejemplares más encontrados. 

Sus aguas cálidas que llegan desde Brasil por el paso de la corriente son otros de los motivos por el cual los turistas eligen Claromecó y vuelven cada año a disfrutarlo. 

La estación forestal y el paseo del arroyo, son las opciones más populares fuera de la costa. Recorrerlos  es una experiencia única y, para quienes prefieren lugares cerrados, la biblioteca municipal y el museo regional son excelentes alternativas.