Zárate es una de las ciudades bonaerenses que más turistas atrae por su historia, paisajes y proyectos turísticos. Nos dimos el gusto de visitarla en varias ocasiones y ahora llegó el momento de contarte todo. 

A esta altura nuestros lectores frecuentes ya nos conocen en detalle, pero si no tenés la información, te contamos que somos un grupo viajeros, oriundos del sur del Gran Buenos Aires. 

Y dada la referencia geográfica, podrás chequear en el mapa el hecho de que no estamos muy cerca de Zárate. A 118 kilómetros para ser exactos.  

Visitar este destino no es algo que hacemos todos los días, pero le tenemos tanto cariño que los viajes son cada vez más seguidos. 

¿Que nos llama la atención? La cantidad de actividades que podés disfrutar en su territorio. Con el paso del tiempo, se dio un gran impulso de cara a aumentar el turismo local y los resultados fueron espectaculares. 

Lo que antiguamente era un centro industrial a los pies del Río Paraná, hoy ofrece playas, balnearios, restaurantes, cafeterías, museos, paseos y mucho más. 

Como sucedió en varias ocasiones, vale aclarar que no todos los viajes que realizamos a Zárate fueron para descansar. Muchas veces recorrimos sus calles por trabajo y siempre fuimos muy bien recibidos. 

Paso a paso

Tras la breve descripción, procedemos a dejarte una seguidilla de recomendaciones para que puedas viajar hasta el lugar sin inconvenientes. 

Para tu fortuna, la ciudad está en un cruce de rutas muy importantes, las cuales funcionan como grandes carreteras en Argentina. Esto disminuye la posibilidad de que te pierdas en el camino. 

Si partis desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Ruta Nacional 9 es tu mejor opción. Miles de vehículos la utilizan a diario, es super amplia en este tramo y cuenta con todo tipo de comodidades para el viajero. 

¡No sigas de largo! La Ruta 9 te lleva hasta Zárate, pero para visitar el centro deberás tomar un tramo de la Ruta Nacional 12. En este caso también prestá atención a la bajada correcta porque, de lo contrario, quizás te cruzas a Entre Ríos. 

La última vía que acabo de mencionar es ideal para llegar desde el norte argentino. Atraviesa Misiones, Corrientes y Entre Ríos, para dejarte en las puertas de Zárate. 

Y si avanzas desde el oeste de la Provincia de Buenos Aires , hay dos caminos ideales para tu viaje. La Ruta Nacional 193, perfecta para tu entrada desde Exaltación de la Cruz, o la Ruta Provincial 6, que funciona como una gran circunvalación al Gran Buenos Aires. 

Por último, Zárate está frente al Río Paraná. Claro que se puede llegar por agua. Es una opción muy tentadora, sobre todo para nosotros que aún no tuvimos oportunidad de disfrutarla. 

Poblada desde el año 1300

Puede que te suene medio raro la fecha, pero es así. Profesionales demostraron que la zona donde hoy se encuentra la ciudad protagonista de esta nota, está poblada desde hace 700 años. 

Los registros más antiguos señalan que allí habitaban tres grupos nativos: guaraníes, pampas y guaycurúes. 

Bajo esta organización transcurrieron los días, hasta que otros grupos sociales empezaron a mostrar interés en la zona. 

Los españoles fueron quienes llegaron primero y se adjudicaron las tierras como propias, aunque luego no las utilizarían para ninguna actividad. 

Frente a esta situación, fue ocupada por los jesuitas y ellos sí lograron armar un centro de producción bastante importante. Sin embargo, cuando la noticia llegó a oídos de Carlos III en 1767, ordenó retirarlos inmediatamente. 

Dos propietarios para todo Zárate

En el momento que las tierras fueron recuperadas por España, todo el lugar quedó en manos de solo dos personas. 

Una parte se convirtió en propiedad de Gonzalo de Zárate, quien se instaló a finales del siglo XVII en el lugar, y 100 años más tarde, la otra fue adquirida por José Antonio de Otálora, quien construyó la Estancia de Areco. 

Bajo estas condiciones, el lugar permaneció durante décadas. Recién en el siglo XVIII hubo un cambio importante, al construir un oratorio público en el Rincón de las Palmas. La iglesia más cercana, hasta ese momento, estaba en San Antonio de Areco (55 km). 

Aunque eran propietarios de territorios enormes, no encontraron la forma de vencer al paso del tiempo y fallecieron. Todo quedó en manos de sus herederos. 

A principios del siglo XIX, los descendientes de Zárate vendieron las tierras a los hermanos Pedro y José Antonio Anta. Ambos las disfrutaron un largo tiempo, pero luego también hicieron negocios y fue comprada por Rafael Pividal.

Esta última venta, ocurrida en 1825,  fue la que marcó un momento clave en la historia. Los Anta expresaron que el nuevo dueño solo podía adquirirlas bajo la condición de formar un pueblo, el cuál debería llamarse “Zárate”. 

El momento más esperado

Tras largos siglos en los que todo este lugar fue propiedad privada, las condiciones cambiaron y se crearon casas humildes a orillas del Río Paraná. 

Ni bien comenzó el año 1827, el 27 de enero se aprobaron las primeras obras de trazado en el pueblo, lo cual le dio otra imagen. 

El sitio empezó a tener cada vez más vecinos y cuando alcanzaron los 1.800 habitantes, en 1854, se creó el partido de Zárate, para separar el lugar de Exaltación de la Cruz. 

Y el impulso final para sumergirse un desarrollo imparable fue la creación del puerto en 1880. Este nuevo espacio le dio una comunicación permanente con otros del país, mucho más antiguos. 

Llegaron los barcos y al poco tiempo se sumaron los trenes. Dos líneas (Ferrocarril de Buenos Aires al Rosario y Ferrocarril Central Buenos Aires) surcaron la zona por primera vez. Todo estaba dado para lanzar la actividad industrial. 

Envueltos en este gran contexto fue que el joven Zárate llegó al final del siglo XIX. Lo inició como una propiedad privada y lo terminó con una población estable de 4.900 personas, un puerto, dos líneas de tren, alumbrado público y calles adoquinadas. ¡Aplausos!

De progreso en progreso

Frente a un cierre de siglo tan prometedor, claro que el comienzo del siguiente fue todo un éxito. Hubo que continuar con lo generado en los años previos y el progreso permanece hasta en la actualidad. 

Un cambio importante tuvo lugar en 1908, cuando se inauguró el Ferry-boat. La embarcación brindaba el servicio de cruzar el Río Paraná, mucho antes de que existan los puentes tan famosos. 

En 1909, precisamente el 3 de julio, Zárate adquirió condición de ciudad y el tiempo restante se vio inmersa en un crecimiento continuo.

Entre 1930 y 1940 se instalaron las principales industrias de la zona, las cuales cargaron de importancia al destino y al mismo tiempo ocasionó la llegada de nuevos vecinos, quienes se mudaban por motivos laborales. 

Finalmente, en la segunda mitad del siglo XX siguió creciendo, llegaron más empresas, empezó a desarrollarse con fuerza la industria automotriz y se logró modernizar todos los espacios públicos. 

En lo transcurrido del siglo XXI, además de mantener una parte de lo mencionado, Zárate se convirtió en un importante centro turístico. Miles de personas se trasladan todos los años para conocerlo o, simplemente, descansar a orillas del Paraná.

Los puentes más famosos de Buenos Aires

Desde nuestro punto de vista, los dos puentes que forman parte del Complejo Ferrovial Zárate Brazo-Largo, son los más famosos de la provincia de Buenos Aires. 

Si bien fueron construidos para mejorar la circulación de vehículos y trenes , claro que representan una parte muy importante del paisaje. A uno de ellos se lo puede apreciar desde la costanera principal. 

Ambos son de gran importancia para conectar Buenos Aires con todo el litoral argentino y, si seguimos subiendo, también permitir la conexión entre Paraguay, Brasil y Argentina. ¡Una obra elemental!

Su inauguración tuvo lugar el 14 de diciembre de 1977 y desde entonces millones de viajes se han podido concretar a través de ellos. 

Medidas impactantes

En el complejo se encuentra por un lado el puente que atraviesa el Paraná de las Palmas, llamado Bartolomé Mitre. Tiene 1.735 metros de longitud máxima en el sector para vehículos y 2.788 metros el diseñado para los trenes. 

Por el otro está el que cruza el Río Paraná Guazú, llamado oficialmente Justo José de Urquiza. Sus medidas rozan los 1.733 metros en cuanto al paso vehícular y tiene 2.835 metros en relación al ferroviario. 

Sus estructuras son similares, dado que están sostenidos por cables tensados, los cuales parten de dos pilares. Estos últimos alcanzan una impactante altura de 122 metros por encima del río. 

Un paisaje espectacular

Sobran las respuestas para justificar por qué Zárate es una ciudad muy importante a nivel turístico e industrial en Buenos Aires.

Sin embargo, con la cultura no se queda atrás. Desde hace años es conocida como la “Capital Provincial del Tango” en honor a todos los emblemáticos personajes relacionados al género musical que allí nacieron. 

Una sola visita no alcanza, pero por algo hay que empezar. ¡A disfrutar!

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