Mar del Plata es una ciudad enorme y, por lo tanto, casi imposible conocer en la totalidad de sus sectores, pero para eso estamos nosotros. Hoy te contamos sobre la Gruta de Mar del Plata, ícono del barrio del puerto. 

Aunque a su alrededor se puedan encontrar muchos espacios turísticos, y varios de ellos vinculados con la religión, ninguno se le compara al ya mencionado. De punta a punta tiene características que lo vuelven único. 

¿Nuestras experiencias allí? Muchas. Durante décadas lo visitamos en diferentes momentos de la vida y, a excepción de la última que tuvo lugar en tiempos de pandemia, en todas las ocasiones anteriores notamos un clima super agradable. 

No es necesario ser creyente para disfrutar el sitio. Al estar rodeado de naturaleza, en un punto estratégico de la ciudad, también se presta para dar un recorrido histórico y admirar el paisaje. 

La Gruta Nuestra Señora de Lourdes no está en pleno centro, pero tampoco es complicado llegar. Hay muchas líneas de autobús que circulan por la zona, ideales para visitarla por poca plata. El ingreso al lugar es gratuito

Siempre hay un Peralta Ramas de por medio

El grupo de las “Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia”, formado en 1927, fue la que en un principio permitió fundar el Colegio “Inmaculada Concepción”, el cual se mantiene en pleno funcionamiento hasta la actualidad. 

Si bien haber conseguido concretar ese proyecto se vio como todo un avance, ellas fueron por más y el siguiente plan fue construir un santuario a la Virgen de Lourdes, hoy conocido cómo la Gruta de Mar del Plata. 

La idea estaba, pero faltaba decidir un lugar. Fue en ese entonces cuando el Doctor Norberto Peralta Ramos, descendiente del fundador de la ciudad, donó una vieja cantera para su construcción. 

Las obras, iniciadas en 1937, las supervisó el arquitecto Luis Cossa. Un talento bárbaro del profesional, que en poco tiempo supo convertir un pequeño espacio repleto de piedras en un santuario católico, inspirado en la gruta francesa del mismo nombre.

Un importante paso en la historia de Mar del Plata

Y así fue como en un abrir y cerrar de ojos la Gruta de Mar del Plata recibió a sus primeros visitantes, que llegaban asombrados por el espacio a estrenar. 

Más allá de que con el paso del tiempo el sitio se modernizó, los cambios no fueron muy notorios. Hasta nuestros días se puede apreciar con detalle la mayoría de cada sector original.

Además de la figura principal, la cual se encuentra a 3 metros de altura, en el establecimiento también encontrarás el Oratorio San José, la Santería, una Iglesia, y dos réplicas a escala: una de la ciudad de Belén y otra de Jerusalén. 

Por otro lado, a simple vista notarás una seguidilla de bancos. Son colocados para las misas al aire libre que allí se celebran con mucha frecuencia. 

No hay dudas. Este espacio, delimitado por las calles 12 de Octubre, Don Orione, Magallanes y Alvear, es un icono de la ciudad, muy visitado por turistas y locales. 

Todos los días es probable que encuentres a varias personas en la Gruta de Mar del Plata, pero la jornada del 11 de febrero, día de la Virgen de Lourdes, es cuando más se llena. 

¿Una igual en Francia?

Tal cual como lo mencionamos en párrafos anteriores, la Gruta Nuestra Señora de Lourdes de Mar del Plata es similar a la original, construida en Francia durante el siglo XIX. 

Cuenta la historia que hacia 1858, la localidad europea de Lourdes no recibía mucha atención turística y varias personas hasta la desconocían. 

Pero todo cambió pronto. Resulta que en un sector de la misma, interpretado como Massabielle y ubicado sobre los montes Pirineos, una enorme roca se dividió para permitir la formación de una gruta. 

El nuevo hueco, de tres metros y medio de largo por la misma medida de ancho, sería el lugar donde Bernadette Soubirous habría presenciado una aparición mariana. Tras este hecho, se volvió en un punto sumamente religioso. 

El santuario de hoy en día

Aunque la Gruta de Mar del Plata aún funciona en su máximo esplendor, también lo hace su par de Francia. 

El sitio del viejo continente es mucho más grande que el latinoamericano, dado que alberga un conjunto de edificios y lugares dedicados a la religión, como las basílicas de la Inmaculada Concepción, la de Nuestra Señora del Rosario y la de San Pío X.  

Todo esto y mucho más se puede encontrar en un predio de 52 hectáreas, el cual es visitado por un promedio de 6 millones de personas al año. Realmente, un punto muy turístico. 

Un aforo tan grande requiere de mucho personal, por lo tanto, cerca de 400 personas trabajan en temporada alta para que todo esté listo ante la llegada masiva. 

De vuelta a Mar del Plata

Aunque la Gruta de Francia debe ser una belleza, todavía no la conocemos. No ocurre lo mismo con la Gruta de Mar del Plata, la cual nos fascina. 

No es un espacio muy grande, por lo tanto, si no asistís a misa, dudamos que la visita te lleve más de 20 minutos. ¡Un plan ideal para aprovechar entre actividad y actividad por “La Feliz”!

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