El barrio de Retiro, ubicado en plena Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es de los más frecuentados y es por eso que, si lo visitaste, seguro quedaste sorprendido/a con la bella Torre Monumental. 

Fiel a nuestro estilo, la nota será una mezcla de datos históricos con relatos de experiencias personales. Buscamos que interpretes la importancia del lugar, así como también descubras detalles vividos únicamente por el equipo de El Diario de Viaje. 

A la torre la conocemos desde siempre. Al vivir en Buenos Aires, en múltiples ocasiones rodeamos su base para tomar un colectivo y cruzamos la Avenida Ramos Mejía para ingresar a Estación Retiro o con el fin de descender por las escaleras para subir a un Subte. 

La observamos con un cielo celeste de fondo, también con un escenario repleto de nubes y hasta nos la topamos en mañanas con neblina, donde la cima ubicada a 60 metros de altura era invisible desde el nivel de calle. 

Todas experiencias muy lindas, pero ninguna que se pueda comparar como la vivida cuando tuvimos la posibilidad de visitarla por dentro, subir hasta el mirador y apreciar vistas únicas a toda la Ciudad de Buenos Aires. 

¿Quién la colocó?

Corría el año 1909 cuando los vecinos británicos de Retiro se ofrecieron a incentivar la idea de construir una columna monumental para conmemorar el siglo que se estaba por cumplir desde la Revolución de Mayo en Argentina, sucedida el 25 de mayo 1810. 

La idea gustó, se presentó ante el Congreso, fue aprobada por ley y el 18 de septiembre de 1909 todo estaba dado para empezar a diseñar. 

El objetivo era colocar la piedra fundamental para el 25 de mayo de 1910, pero 19 días antes de la fecha, Eduardo VII, Rey de Gran Bretaña, falleció y los planes cambiaron por completo. 

Vistas a la Plaza San Martín desde la Torre Monumental - Retiro.

Ninguna delegación europea llegó a la Argentina para celebrar el centenario y el acto que marcó el comienzo de la obra en Retiro sucedió el 26 de noviembre de 1910. Seis meses después. 

El contexto indicaba que el trabajo para elevar la Torre (y no una columna como era la idea original) sería inmediato. Sin embargo, recién se pudo comenzar en 1912. 

Detalles de la construcción

Muy similar a lo sucedido con la Estación Ferroviaria de Retiro, que se inauguró casi para la misma época en el terreno enfrentado a donde se construía este monumento; la mayoría de los trabajadores fueron británicos. 

¿Otra coincidencia? Casi la totalidad de los materiales y elementos utilizados para cumplir con el proyecto de construcción, también llegaron desde Europa. Más precisamente desde Inglaterra. 

Más allá de que ningún plazo estipulado en el proyecto original se pudo respetar, cada detalle plasmado en los planos se respetó a la perfección y es por eso que lleva 105 años en pie. 

Una inauguración seguida de muchos cambios

El miércoles 24 de mayo de 1916, frente a las personalidades más importantes, el monumento fue inaugurado. Cumplir con la fecha pautada también se complicó al final, porque se desató la Primera Guerra Mundial y muchos trabajadores ingleses viajaron a luchar.

Había quedado todo listo, pero las cosas cambiarían mucho antes de finalizar el siglo XX. 

Su nombre original fue Torre de los Ingleses y se estrenó sobre la Plaza Británica. Hoy su nombre oficial es Torre Monumental y permanece de pie en la Plaza Fuerza Aérea Argentina. 

¿Cambiaron de torre y modificaron su ubicación? No, todo sigue en el mismo lugar. Lo que sucedió es que Inglaterra y Argentina se enfrentaron en la Guerra de las Malvinas de 1982 y nadie quería mantener el nombre del país en los espacios mencionados de Retiro. 

Por costumbres sociales y sobre todo si consultas a la gente mayor de 39 años, al día de hoy muchos le siguen diciendo “Torre de los Ingleses” aunque el nombre se haya cambiado rotundamente hace casi cuatro décadas. 

Modificar lo que sucedió en el pasado es imposible, por lo tanto, nosotros no mezclamos las cosas y disfrutamos del monumento por su belleza arquitectónica que luce hasta la actualidad. 

La Torre

Viajar para conocerla, si estás hospedado/a en la Ciudad de Buenos Aires, es muy sencillo porque sobran los medios de transporte para llegar. Más aún si tu hotel está en el barrio de Retiro. 

Aunque la vas a observar mucho antes de llegar, te contamos que está rodeada por las calles Ramos Mejía, Maipú, la calle San Martín y la famosa Avenida del Libertador. 

Vistas a Retiro desde la Torre Monumental.

A los pies de la construcción encontrarás la base, diseñada con cuatro escaleras de acceso. Este espacio es ideal para percibir los diseños de la estructura, así como los mensajes y escudos que hay sobre las aberturas. 

Si tenés la posibilidad de ingresar, lo primero que te cruzarás es un espacio pequeño, decorado con fotos históricas de la Torre Monumental, y la puerta de un ascensor que comunica con el mirador.

Ya mencionamos sus 60 metros de altura, pero nos faltó especificar que está fragmentada en ocho niveles interiores. La división interna es muy llamativa, sobre todo por los detalles de la construcción.

El reloj y sus campanas

Desde el nivel de calle notarás que la Torre Monumental tiene un reloj muy bonito. Te contamos que está a 45 metros de altura y permanece en funcionamiento desde 1910. 

Se fabricó completamente en Inglaterra, se lo trajo en barco y lo colocaron con éxito en el sitio indicado.

Vistas a la Avenida del Libertador desde la Torre Monumental - Buenos Aires.

Pero la máquina para comunicar la hora no es la única protagonista, dado que desde sus primeros días es acompañada por una seguidilla de campanas muy interesantes. 

Son cinco unidades de puro bronce, que en los cuartos de hora imitan los sonidos de la abadía de Westminster, ubicada en pleno corazón de Londres. 

El carrillón pesa cerca de tres toneladas, también es similar al de la abadía británica y está acompañado por una campana mayor, que si pudiéramos colocarla en una balanza marcaría 7 mil kilos.  

Nuestra visita al mirador

Observar la Torre Monumental por fuera es increíble, pero tener la posibilidad de acceder y llegar hasta su mirador, son momentos únicos en la vida. 

Eso fue exactamente lo que nos pasó, cerca del 2017, cuando solicitamos integrar un grupo turístico que se preparaba para el paseo, organizado por un programa de miradores de la Ciudad de Buenos Aires. 

Hotel Sheraton de Retiro visto desde la Torre Monumental.

Ese día llegamos y el cielo estaba completamente despejado. Ingresamos junto a 15 personas, recorrimos la base y tomamos el antiguo ascensor para llegar hasta el mirador. 

En el camino conocimos mucho de historia, hasta que nuestros ojos se toparon con todo el barrio de Retiro desde las alturas. 

No es un balcón muy grande, pero ofrece vistas hacia los cuatro puntos cardinales. ¿Es peligroso? Para nada. Si bien la baranda original es baja, hoy hay un plástico de casi 2 metros de altura, que te protege constantemente. 

Las vistas

Tuvimos la suerte de permanecer un largo tiempo en el balcón, por lo tanto escuchamos muchas historias, observamos cada rincón del centro urbano y tomamos una lluvia de fotografías. 

Desde allí se contemplan todas las estaciones ferroviarias de Retiro, una parte del Puerto de Buenos Aires, los rascacielos del barrio y la Plaza Fuerza Armada Argentina en su totalidad.

Estación Retiro vista desde la Torre Monumental.

También se obtienen lindas imágenes de la enorme Plaza San Martín, ubicada a pocos metros, del otro lado de la Avenida del Libertador. 

Fue algo mágico. De esas experiencias que soñamos repetir dentro de poco y que nunca más se borrarán de nuestra mente. 

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