Durante nuestro viaje a Mendoza, como ya les conté, no nos quedamos quietos en ningún momento y así fue como llegamos a conocer Cacheuta, un pequeño pueblo de montaña, únicamente visitado por sus aguas termales.
No hay dudas que las Termas de Cacheuta son un excelente plan para relajarse en aguas naturales que varían entre los 35°C y 50°C, mientras se observa las múltiples laderas producidas por el relieve montañoso de la zona. Sin embargo, no es lo único para hacer en este lugar.
Cientos de micros llegan cada día hasta este punto turístico con visitantes de todo el mundo, que en su mayoría se retiran horas más tarde sin conocer la gran historia que guarda el pueblo.
Ubicado al margen del Río Mendoza, Cacheuta es un paraíso que la ciudad de Mendoza tiene a 40 kilómetros del centro. La mejor opción para llegar es conducir por la Ruta Provincial 82 que se extiende entre los valles.
Actualmente existe la posibilidad de ingresar a la localidad desde Potrerillos, a solo 14 kilómetros. Este tramo estuvo interrumpido durante más de 20 años pero en marzo del 2018 se inauguró un túnel para completarlo.
Paz y tranquilidad a orillas del río
Nuestra primera intención era conocer las termas, pero no fuimos los únicos con estos planes aquel mediodía de verano cuando la temperatura rozaba los 40°C. Debido a la multitud y el tiempo de espera, cambiamos el itinerario para continuar disfrutando del paisaje.
Desde uno de los miradores que tiene la Ruta 82 existe la posibilidad de descender hasta una pequeña playa que se forma sobre el Río Mendoza y nosotros la descubrimos de casualidad.
El calor intenso desapareció cuando metimos los pies en el agua de deshielo, ideal para refrescarse en un día así. Esa tarde fue sencilla pero muy linda. Colocamos un mantel bajo los árboles para aprovechar la sombra y disfrutamos de las vistas únicas.
Antes de finalizar el viaje volvimos a este sector y, al igual que la primera vez, compartimos entre risas cada minuto en familia.
Vías que se pierden en la montaña
Cacheuta es una localidad ubicada a 1245 msnm que pertenece al departamento de Luján de Cuyo. Si bien las termas son su mayor atractivo, en los alrededores hay mucho más por descubrir y pocos lo hacen.
Camino al pueblo es un buen plan frenar para conocer el Museo Ferroviario “Alejandrino Alfonso”. El lugar permite conocer la historia del ferrocarril que funcionó durante un siglo para unir Mendoza con Chile.
A pesar de que predominaban los servicios de carga, cientos de pasajeros pudieron vivir la experiencia de cruzar la cordillera por estas vías, abandonadas desde hace 40 años.
La vieja estación de Cacheuta aún sigue en pie y está rodeada por 20 casas donde viven casi 200 personas. Recorrer la zona es espectacular porque no solo permite aprender de su historia sino que también garantiza un intercambio de palabras con los locales.
Desde este punto también se puede visitar el Puente Colgante: tiene una longitud de 318 metros, fue construido en 1952 para tareas ferroviarias y cruza el Río Mendoza.
Un pasado repleto de historias
Además del ferrocarril, un importante turismo de lujo desembarcó en Cacheuta con la apertura de un hotel en 1910 que ya promocionaba las termas. Tenía 152 habitaciones y el lugar contaba con todas las comodidades de la época.
Cientos de visitantes disfrutaron del salón de baile, el casino y los dos restaurantes que tenía el complejo, emplazado en la misma zona que el actual.
Todo iba bien hasta que el 10 de enero de 1934 se produjo un aluvión y la ola de siete metros impactó contra la construcción. Este fenómeno sucedió cuando una laguna formada en el Cerro del Río Plomo cedió sobre la pared de un glaciar del mismo nombre y dejó caer todo el agua.
El hotel no quedó completamente destruido pero nunca más volvió a recibir tantos turistas. Con el correr de los años cerró y uno nuevo abrió con el mismo nombre en 1986. Al día de hoy se puede apreciar algunos sectores de la vieja construcción.