Mar del Plata es un destino turístico por excelencia, en donde una mega ciudad se mezcla con todo tipo de balnearios. Su fabulosa historia, sumada al fanatismo actual, la vuelve única. No hay otra igual en todo el país. 

Es complicado hablar de la ciudad sin tocar lo sentimental porque realmente la identificamos como nuestra segunda casa. Tuvimos la posibilidad de visitarla muchas veces y volveríamos muchas más. Nos encanta. 

Aunque las playas siempre estuvieron ahí, el entorno cambió de manera considerable en varias ocasiones. Los primeros proyectos, la primera ola de turistas y su diferencia con la actual, hacen que evaluar el factor social de este sitio sea todo una maravilla. 

Y el cambio de la gente quedó inmortalizado en las construcciones. Hoy predominan los edificios, pero no te sorprendas si te cruzas una enorme mansión del siglo XIX mientras caminas por sus avenidas. 

A diferencia de otras, esta nota no será una seguidilla de experiencias viajeras porque, como dijimos recién, Mar del Plata es nuestra segunda casa. 

Este artículo tratará sobre su historia e intentaremos plasmar sus cambios más significativos. En un futuro (no muy lejano) vamos a indagar sobre sus lugares más emblemáticos. Uno por uno. 

¿Dónde está? ¿Cómo llegar?

Cómo ya te dieron ganas de ir a visitar “La Feliz”, antes de charlar sobre su historia vamos a mencionar algunas recomendaciones viajeras para que puedas visitarla cuando quieras. 

La enorme ciudad se encuentra a 415 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dentro de la provincia que lleva el mismo nombre. 

Debido a su popularidad, se desarrolló la Autovía 2 para que el viaje entre ambos destinos sea lo más placentero y seguro posible. Obvio que en el camino hay desvíos hacia otros lugares, pero los carteles te van a guiar fácilmente. Es poco probable que te pierdas. 

El viaje en auto suele durar, aproximadamente, 5 horas. Sin embargo, en plena temporada de verano el lapso de tiempo es imposible de cumplir. Si no optas por circular sobre una ruta secundaria, podrías pasar hasta 10 horas con el volante en la mano. 

¿Cuál es nuestro camino preferido? Obvio que si vamos fuera de temporada elegimos la Autovía 2, pero en verano nos gusta viajar por la Ruta Provincial 210, que luego se conecta con la Ruta 29 y finalmente permite el acceso a Mar del Plata por la Ruta Nacional 226.

Viajá como más te guste

En el párrafo anterior describimos la experiencia de viajar en un vehículo particular, por tierra. Sin embargo, a esta increíble ciudad se puede llegar de cualquier manera. 

Los autobuses de larga distancia son muy populares. Hay servicios a casi todo el país y los precios no suelen ser muy altos. Todo depende de la distancia a recorrer y la comodidad elegida. 

Por suerte, hace muy poco tiempo se recuperó el tren. Sin lugar a dudas, la opción más económica para unir Buenos Aires con Mar del Plata. En cuanto a los tiempos, se puede tardar un poco más que en las opciones anteriores pero… nunca hay tráfico. Pensalo. 

Y como si todo lo mencionado fuera poco, también existe la alternativa de llegar por aire. El vuelo la une con Buenos Aires y es muy breve. Aunque te brinda la posibilidad de aterrizar en 50 minutos, claro que el precio es elevado. 

Ante cualquier duda de cómo funcionan los servicios en la temporada de verano actual (2020/2021), te recomendamos leer esta nota. 

Los primeros afortunados

Ahora sí. Ya sabes cómo llegar a “La Feliz” y es momento de contarte quienes fueron los primeros que anduvieron por la zona hace más de cinco siglos. 

Se cree que miembros de los pueblos originarios nómades, identificados como Tehuelches y Mapuches, dieron muchas vueltas por allí cuando no había ningún tipo de construcción. Solo el mar y sus olas. 

En el caso de que quieras saber quién fue el primer europeo en avistar las costas, te decimos que fue Fernando de Magallanes en 1519 cuando iba camino a completar la primera circunnavegación al mundo. Se refirió al lugar cómo “Punta de Arenas Gordas”. 

Décadas más tarde, precisamente en 1578, Sir Francis Drake también pasó por Mar del Plata con los mismos planes de Magallanes y aportó un poco más. Bautizó el actual Cabo Corrientes cómo Cape Lobos. Si, los lobos marinos ya estaban acostados sobre la arena.

Y finalmente el tercer europeo que llegó de visita fue Juan de Garay en 1581. Luego de haber fundado la ciudad de Buenos Aires, se fue a pasear por las costas prácticamente desconocidas hasta el momento. 

Llegaron para quedarse

Aunque los tres paseos anteriores fueron registrados, ninguno de los aventureros tuvo la intención de quedarse. No fue hasta 1746 que líderes de una de las Misiones Jesuitas de la Pampa se instalaron en la zona. 

A pesar de que el paisaje del mar les gustaba, prefirieron armar algunas construcciones en una zona más alejada de “La Lobería Grande”, donde hasta nuestros días predomina un paisaje de sierras. El sitio es conocido por Sierra de los Padres. 

Ya era momento de fundarla

Los primeros indicios de Mar del Plata tuvieron lugar en 1856 cuando un grupo de europeos decidió asentarse en el lugar. ¿Cuál fue el motivo? Magnates portugueses habían instalado un saladero y los trabajadores decidieron armar pequeñas casas en las inmediaciones. 

El barrio por ese entonces se llamaba Puerto de la Laguna de los Padres y no fue hasta 1860 que el estanciero argentino Don Patricio Peralta Ramos hizo negocios, compró numerosas tierras y puso en marcha sus planes de urbanización. 

Todo fue sobre rieles. Crecía el número de vecinos, constantemente se delimitaban nuevas calles para fomentar el desarrollo demográfico y había planes prometedores para un futuro cercano. 

Dicho avance generó que en 1873 se realizara un pedido formal a la provincia de Buenos Aires para reconocer al pueblo. Un año después, precisamente el 10 de febrero de 1874, se fundó el sitio y bajo un nuevo nombre: Mar del Plata. 

El tren siempre presente

“La Feliz” ya estaba en pie, pero su fundador, Patricio Peralta Ramos, aún tenía muchos proyectos en mente y pronto los empezó a compartir. En 1877 un tal Pedro Luro alcanzó la directiva del saladero e impulsó desde su puesto un amplio proceso de mejoras. 

Luro edificó un molino, fomentó el trabajo en el campo y construyó un muelle. Pero no estaba solo. Su hija María trabajó día y noche para elevar la Iglesia de San Pedro, conocida en nuestros días cómo Catedral de los Santos Pedro y Cecilia.

La situación fue aún más formal cuando en 1879 se estableció el Partido de General Pueyrredón, del cual Mar del Plata es cabecera en la actualidad. 

Y el cambio más importante, como sucedió en muchos lugares del país, fue la llegada del ferrocarril en 1886. Aunque el trayecto desde Constitución demoraba 10 horas, era mucho mejor que ir en carruajes, donde el viaje era de 10 días. 

Además de facilitar los traslados de carga y mejorar así la economía local, también fue utilizado por muchos pasajeros que no dudaron en mudarse inmediatamente a “Mardel”. 

Turismo en su máximo explendor

Así fue como el turismo poco a poco empezó a tomar protagonismo. Sin embargo, las costumbres de vacacionar eran bastante distintas a las actuales porque estos terrenos se convirtieron pronto en zonas residenciales para familias adineradas. 

Un ejemplo palpable de eso fue la inauguración del Hotel Bristol. Una mole en pleno corazón de la ciudad, decorada con todos los lujos de la época, que abrió el 8 de enero de 1888 y cerró el 16 de junio de 1944. Perdió popularidad y lo demolieron.

El cierre del siglo XIX se dio así. Los viajeros más ricos llegaban desde Buenos Aires a descansar frente a las playas con trajes de baño muy pesados, en comparación a los actuales. 

Crecer y crecer

Se podría decir que a comienzos del 1900 Mar del Plata estaba en su apogeo. El turismo nunca paró de aumentar, se construyeron edificios emblemáticos para recibir a los exigentes visitantes y profesionales continuaban trabajando en el diseño urbano. 

Uno de los genios fue el paisajista Carlos Thays, tan mencionado ya en El Diario de Viaje. Con ese talento que lo caracterizaba, hizo realidad el Paseo General Paz (desde el Hotel Bristol hasta la Plaza Colón) y diagramó casi todos los espacios verdes de la antigua ciudad. 

Tenía una mirada a futuro. El Mar del Plata de comienzos de siglo no era nada parecido a la mega ciudad actual, pero no hubo que modificar casi nada en cuestión de plazas. Todas supieron adaptarse a los nuevos proyectos. 

Y en cuanto a importancia, el lugar recibió mucha en poco tiempo. Hacia 1907 se la declaró ciudad, tres años más tarde se habilitó una estación ferroviaria únicamente para la temporada de verano y en 1924 empezó a funcionar el puerto, destinado a la pesca. 

Argentina pasó por miles de situaciones complicadas a partir de 1930 pero el progreso continuó. En 1932 finalizaron las obras de construcción sobre la Autovía 2 y para 1940 “La Feliz” ya era una líder inminente del turismo nacional. 

Un cambio importante

A mediados del siglo XX Mar del Plata, en cuanto a construcciones, era bastante parecida a la actual. El cambio estuvo en la gente que frecuentaba sus playas. 

Como leíste anteriormente, la ciudad durante sus inicios había recibido a las familias más adineradas del país e incluso muchas del exterior. Todo cambió hacia 1946, cuando el trabajador argentino empezó a recibir otros beneficios. 

Acceder a vacaciones fue toda una novedad para el obrero bonaerense y, a la hora de elegir un sitio, la mayoría se decidió por Mar del Plata. 

Como ocurre siempre, esta modificación fue buena para algunos y mala para otros, pero nadie niega que forma parte de la historia. 

Si ya el turismo era importante, la variante mencionada lo impulsó más. Muchas personas conocieron el mar entre 1947 y 1960, época donde la ciudad pasó de 100 mil habitantes a cerca de 300 mil. Todo en 13 años. 

Una belleza argentina

Mar del Plata atravesó numerosas situaciones y eso le permitió convertirse en un icono argentino que perdura hasta nuestros días. 

No hay posibilidades que a alguien le disguste esta ciudad. Obvio que en verano queda repleta de viajeros pero, si buscás, seguro encontras alguna zona tranquila donde descansar con el ruido de las olas. 

La ciudad, que ya roza los 800 mil habitantes, es protagonista a nivel nacional porque es el séptimo centro más poblado de Argentina y el tercero de Buenos Aires. Así es como lidera el ránking de las ciudades costeras con más habitantes. 

Hoteles, centros gastronómicos, plazas, paseos, galerías, peatonales, parques, centros comerciales. Todo eso y mucho más podrás encontrar en este sitio que siempre está preparado, dado que en temporada alta recibe 1.2 millones de turistas.

No te lo pierdas

Habrá muchas notas sobre Mar del Plata en El Diario de Viaje pero no queremos despedir esta sin antes dejar en claro, una vez más, la belleza autóctona del lugar. 

Los 28 kilómetros de playas son increíbles. La geografía del lugar, protagonizada por el final (o el comienzo) de la Tandilia, permite que el agua golpee con fuerza entre enormes paredes de roca pura. 

Su gente es increíble y muchos viven del turismo. Ya es imposible pensar en Mar del Plata sin turistas. Por todo esto, si pedís nuestra opinión, no hay un solo sitio en Argentina que se le parezca. ¡Andá a disfrutarlo! 

Más Destinos Turísticos de Buenos Aires

Otras Noticias Viajeras


Fatal error: Uncaught Error: Call to undefined function WP_Optimize() in /www/eldiariodeviaje.com/htdocs/wp-content/plugins/wp-optimize/cache/file-based-page-cache-functions.php:178 Stack trace: #0 [internal function]: wpo_cache('<!DOCTYPE html>...', 9) #1 /www/eldiariodeviaje.com/htdocs/wp-includes/functions.php(4757): ob_end_flush() #2 /www/eldiariodeviaje.com/htdocs/wp-includes/class-wp-hook.php(287): wp_ob_end_flush_all('') #3 /www/eldiariodeviaje.com/htdocs/wp-includes/class-wp-hook.php(311): WP_Hook->apply_filters(NULL, Array) #4 /www/eldiariodeviaje.com/htdocs/wp-includes/plugin.php(484): WP_Hook->do_action(Array) #5 /www/eldiariodeviaje.com/htdocs/wp-includes/load.php(1052): do_action('shutdown') #6 [internal function]: shutdown_action_hook() #7 {main} thrown in /www/eldiariodeviaje.com/htdocs/wp-content/plugins/wp-optimize/cache/file-based-page-cache-functions.php on line 178