Mar del Plata es un destino hermoso, ubicado en la provincia de Buenos Aires, Argentina. A lo largo de la vida tuvimos la suerte de visitarlo durante 15 días, 10 jornadas, una semana y, cómo en la última ocasión, durante 24 horas. 

Claro que se trató de un viaje inesperado, donde el principal objetivo no era vacacionar. Sin embargo, llegamos y nos fuimos en pleno fin de semana largo por Carnavales. Algo pudimos observar. 

Como ya te contamos, visitamos “La Feliz” para cerrar el 2020 y comenzar el 2021, realizamos un segundo viaje de siete días a fines de enero y ahora, entre del 14 al 15 de febrero, disfrutamos la ciudad por tercera vez en el año. 

Mardel estaba muy calmada a principios de 2021, tomó un ritmo mayor cuando terminó el primer mes y ahora, en el cambio de quincena, nos dimos cuenta que había un movimiento mayor. 

Charlando con viajeros locales, nos contaron que el furor fue solamente por el fin de semana “XL”, dado que en sí la temporada no fue buena ni esperan que repunte. El Covid-19 afectó en todos los aspectos. 

El viaje

Para ponerle un condimento especial, salimos en autobús el domingo a las 15 horas. Partimos desde el sur de Gran Buenos Aires con destino a “Mardel”. 

La travesía fue tranquila, duró seis horas e ingresamos a la Terminal Ferroautomotora cerca de las 22. ¡El viaje de 414 kilómetros duró lo estipulado!  

La única anécdota para contar, que protagonizó casi todo el viaje fugaz, fue el clima. La aventura comenzó bajo un cielo soleado, pero luego se nubló y, durante el atardecer, se largó una lluvia muy interrumpida, con algunos rayos de fondo. 

Por suerte cuando llegamos a Mar del Plata, las precipitaciones cesaron. Eso sí, encontramos todo el suelo mojado y una humedad muy cercana al 100%. 

Primera y única noche

Tras tomar un colectivo sobre la Avenida Pedro Luro, ingresamos rápido al centro y solo teníamos un objetivo en mente: cenar. 

No faltaba mucho para la medianoche, por lo tanto, pensamos que los comercios estarían relativamente vacíos. Sucedió todo lo contrario, dado que vimos como la mayoría llegó al límite de la capacidad máxima permitida por protocolo. 

Gracias a la experiencia ganada por los viajes anteriores, caminamos hasta un local que siempre tiene lugar y dimos en el clavo. 

Ingresamos a Tymmy´s, una casa de waffles ubicada a media cuadra de la famosa calle Güemes, nos sentamos, pedimos un rico plato de comida y cerramos el domingo muy a gusto. 

Breve paseo matutino

El despertador sonó a las 7 de la mañana y, luego de un desayuno rápido, salimos a las calles una vez más. Había que cumplir con los trámites pendientes. 

Una vez que estuvimos desligados de las tareas, aprovechamos que el sol salió por unos minutos para ir a recorrer la costa. 

¿Las playas? Repletas de turistas. ¿Avenidas? Con un tránsito considerable. ¿Restaurantes? Seguían a tope, con largas filas de viajeros hambrientos en sus puertas. 

Tal cual contábamos al principio de esta nota, se notó que muchas personas pudieron cortar con la rutina durante cuatro días y viajar a Mar del Plata para descansar un rato. 

Sin embargo, la ciudad tiene un clima bastante movido y esto se hizo notar. Luego de caminar unos pasos por la Avenida Peralta Ramos, la lluvia volvió a tomar protagonismo. 

Para sorpresa de nosotros, la gente, cansada de que llueva y pare cada 30 minutos, en su mayoría seguía sobre la arena, sin que nada importara. En ese momento solo se trataba de una pequeña precipitación de verano. 

La vuelta a casa

Aunque nos hubiese encantado quedarnos hasta fin de mes, tuvimos que emprender la vuelta a casa 24 horas después de haber llegado.

Por suerte disfrutamos de una noche en “La Feliz” donde pudimos caminar hasta tarde, dado que ahora el toque de queda comienza a las 2 de la mañana, y luego dormir casi ocho horas. 

En esta ocasión, ya con un vehículo propio, salimos a las rutas cerca de las 13 horas y la travesía concluyó a las 18.30, otra vez en el Gran Buenos Aires. 

A diferencia de la ida, que el ómnibus realizó el viaje tradicional por la Autovía 2, el regreso fue realizado por la Ruta 226, que luego empalma con la Ruta 29 y desde allí cruza la provincia rumbo al sur del conurbano. 

Obvio que la Autovía es más recomendada porque son menos kilómetros y garantiza una calzada con cuatro carriles. Sin embargo, no está en las mejores condiciones así que aconsejamos viajar despacio, prestando atención al camino. 

Así fue como terminó nuestro tercer viaje a Mar del Plata del 2021. ¿Habrá más? Imposible saberlo. ¡El tiempo lo dirá!

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